Hace sólo un par de días, Rodrigo Chávez participó de una competencia  internacional de ritmos urbanos que se disputó en Cancún, México obteniendo el sub-campeonato.

De forma exclusiva, Rodrigo contó que la experiencia fue maravillosa desde el momento de pisar el aeropuerto. El arribo a Cancún fue a las 9 de la mañana y, de inmediato, se instaló en un primer hotel. Al día siguiente se trasladó al hotel donde se desarrollaría la competencia  “Las primeras horas estuve sólo y preguntándome qué había pasado con mi vida como para estar en un lugar así”

Ese segundo día, visitó la playa por primera vez en su vida y ahí conoció a Edson, uno de sus coreógrafos preferidos con quien pudo sacarse fotos “Eso fue increíble”

Rodrigo dijo que, disfrutó de cada momento, pero nunca se le borró de la mente el motivo por el cual estaba ahí “Sentía nervios, mucha presión y el miedo a no quedar en el podio. Pero siempre enfocado”

En cuanto a la organización, Rodrigo comenta que no tienen fallas. A la espera de la competencia, estuvo tomando clases de reggaetón y ritmos urbanos con profesores de la compañía  SJ que lanza muchos talentos al mundo.

Al momento de registrarse en la competencia, el primer mensaje que le dieron fue el de que ya se podía sentir ganador y que no se olvide del camino recorrido para llegar donde estaba “Tenía miedo de defraudar a Ceres” Ese mensaje de tranquilidad,  fue el mismo que le repitieron en cada etapa, eso lo ayudó a disfrutar de todo el proceso.

El día de la competencia, previo a su presentación, mil cosas pasaron por su cabeza, pero todo el tiempo sintió que la competencia era sana “Con quienes competía, ya eran mis amigos” El momento de presentarse llegó y sin más se presentó “Es distinto bailar para un show que para una competencia”

Sobre el final de su baile, tenía que sacarse una campera pero se le trabó la manga con una pulsera “Para mí fue una frustración”Después de bailar, tocó esperar a que terminen todos los bailes. El suyo fue el 76 y había unas 1000 coreografías en total.

Cuando empieza la premiación, van nombrando a los mejores, entregando una medalla y un diploma, como no lo nombraban le dio la tranquilidad de sentirse en el podio “Llegó el tercer lugar dije ya está, soy yo. Pero no. Y ahí dijeron que por 3 centésimas, quedé segundo. Igual estaba contentísimo”

Entre todas las cosas buenas que le pasaron a Rodrigo, cuenta que un coreógrafo con el que había tomado clases y ya lo había visto en el sudamericano, lo invitó a desayunar y le dijo que tenía para ofrecerle un contrato por 6 meses en Europa “No lo podía creer. Esto pasó antes de la competencia” Este contrato incluye absolutamente todo, Rodrigo cuenta que es mucha la demanda que existe ya que, el arte, está muy valorada afuera. Este coreógrafo le dio tiempo para pensarlo, pero el sí ya es un hecho. La compañía es grande, por lo que no sabe a qué país se iría.

A futuro, piensa en nuevas competencias grupales por las que ya está en contacto con Felipe, el brasilero que se quedó con el primer puesto.