EL MUNDIAL DE FUTBOL EN CATAR MOVILIZÓ A GENTE DE TODOS LOS RINCONES DEL MUNDO, ENTRE LOS CUALES SE ENCONTRÓ LA FAMILIA VIDAL

El sueño de millones de personas fue poder estar presente en Doha para sentir, lo más cerca posible, a la Selección Argentina disputando el torneo más importante para nosotros como país. Para la gran mayoría fue imposible, pero para algunos privilegiados, el sueño se hizo realidad, como fue el caso de la familia de Mariano Vidal

Mariano, nos cuenta que la idea nació en el grupo de whatsapp que tiene su suegro con sus hijos y sobrinos “Como una broma los nietos le empezaron a pedir ir a Catar, y la broma sembró la semilla”

En Santa Fe comenzaron las averiguaciones de mano de parte de la familia, para que al final pudieran viajar su suegro, Pablo (cuñado) con su hijo, dos sobrinos  y Mariano con su hijo: los hombres de la familia.

El viaje duró casi dos días, ya que debieron hacer varias escalas: desde Aeroparque hasta San Pablo, San Pablo – Londres, Londres- Abu Dabi, Abu Dabi- Doha “Las escalas fueron muy largas producto de haber comprado un vuelo barato” Si bien el viaje fue largo, las ganas y las expectativas los ayudaron a disfrutar de cada momento.

El alojamiento fue en un predio dispuesto por la FIFA para el evento. Eran barrios enteros con departamentos a estrenar con muchas comodidades a las que no estamos acostumbrados “Diría que se pasaba de lo normal en cuanto a la cantidad de baños, de aires acondicionados, todo exagerado en ese sentido” En ese sentido, comenta que todos los latinos estaban sorprendidos de la opulencia del predio.

Sobre Doha, Mariano comenta que cuando uno llega y ve el aeropuerto ya se sorprende por la infraestructura y la calidad de la construcción “Todo es grande, moderno y con un sistema de construcción de una gran calidad”

En cuanto al traslado, recuerda que en el mismo centro del barrio en el que estaban alojados, cada 2 minutos salían colectivos que te llevaban  a las estaciones de metro y estos te llevaban a cualquiera de los estadios “Hay 3 líneas de metro, todas interconectadas. Las 3 te llevaban a cualquiera de los 8 estadios”  Todo este movimiento era sin costo ya que, cuando se sacaba la VISA parte de los requisitos era tener el alojamiento y, al menos, una entrada.

Mariano y su familia, llegaron el día previo al debut de Argentina y les sorprendió la poca gente que había en el barrio donde se hospedaban, pero al cuarto día no había lugar para nadie más.

En cuanto a las comidas, comenta que ellos comían en el departamento, pero que  los costos en el supermercado eran del doble de lo que se paga en Argentina “Comer en un comedor, para el argentino promedio, era inviable. Muy caro, carísimo”

Algo que los sorprendió fue lo majestuoso de los mally lo accesible que resultaban algunos precios, aunque no trajeron demasiados recuerdos o souvenirs, confiesa entre risas.

Al no tener demasiado tiempo de viaje, tuvieron mucho tiempo de recorrer la ciudad y sus atractivos, pero no realizaron excursiones al desierto porque no fue algo que les interesó demasiado, en su lugar prefirieron ir a ver más partidos.

Cuando organizaron el viaje, compraron las entradas para los partidos de fase de grupo, ya que oficialmente, comprar las entradas para cuartos o más adelante era absolutamente imposible por los costos “Una entrada de cuartos de final valía 1.500 dólares. Y dólar billete, no existe otra cosa” En su caso, llegaron a Doha el día previo a Arabia Saudita y se volvieron dos días después del partido contra Polonia.

En lo personal, como futbolero, comenta que el primer  partido fue un cimbronazo que no esperaban, sumado a que tuvieron que aguantarse las cargadas desde que salieron de la cancha hasta que llegaron al departamento “Nos dimos cuenta que ellos eran mayoría cuando hicieron el primer gol. Antes no hablaban”

Como experiencia, fue algo maravilloso. El ir a la cancha, estar con la hinchada, formar parte de los grupos de whatssapp donde se organizaban las parcialidades “Contra México también éramos minoría, pero como la hinchada se organizaba para ir atrás del arco, se sentía” Esa organización hizo que el aliento se sintiera y que pudieran demostrar las características que tiene el hincha y la hinchada de nuestro país “Lejos, es la que más canta, más alienta” Eso lo pudieron comprobar cuando fueron a ver España- Japón, donde fueron los japoneses los que más gritaban. En ese sentido, Mariano cree que el aliento del público oriental se inclinó para Argentina, por el folclore “Quedan impresionados. Ellos no pueden creer la pasión que le pone el argentino al alentar” El reflejo de la televisión de las camisetas argentinas en cada partido, estaban compuestas por un 40% de  gente que trabaja en Doha.

Sobre la posibilidad de verlo a Messi, nos dice que cada vez que se coreaba su nombre, era en respuesta a los canticos de los extranjeros que estaban fascinados con su presencia. En lo personal, Mariano ya lo había visto en la cancha de boca contra Perú hace 5 años, pero nada se compara con verlo en un Mundial “Vino a festejar un gol muy cerca de donde estábamos. Fue impresionante”

Como experiencia, entre risas, dice que los chicos querían quedarse, al igual que ellos como adultos, pero que la pasaron muy bien el tiempo que estuvieron “