El pasado viernes se desarrolló el 1er Congreso Regional de Mujeres Líderes en Ceres; entre las disertantes se encontraba Liliana González, Profesora y Licenciada en Psicopedagogía,  quien dio la cátedra sobre “Vacío existencial en los jóvenes” basada en las dificultades adolescentes.

Carina Dutto, fue quien realizó la invitación a su ponencia y dio las explicaciones de porqué en medio de una disertación dedicada a las mujeres, se iba a hablar de adolescentes “Muchas de las mujeres que vienen, son madres y necesitan escuchar la palabra autorizada y ella lo es”

Para González, esta era la primera reunión de mujeres líderes de la cual era parte, pero su enfoque se centró en el momento preocupante que deben enfrentar padres e hijos al momento de decidir qué van a hacer   con sus vidas; y  en ese momento cuando aparece el “vacío” y es por esto, que su charla se basó en cómo preparar a la infancia, para que al llegara la adolescencia puedan armar un proyecto de futuro que no los sumerja en ese vacío que es tan angustiante  y que a veces se llena con alcohol, drogas, embarazos no deseados, etc.

Una de las premisas de su discurso, es no mirar al adolescente con prejuicio “No existen los adolescentes, existe cada adolescente por sí mismo. Así como hay algunos que no saben qué hacer con su vida, hay otros que están llenos de sueños. Lo que pasa es que no son noticia, no salen en la tele…. los medios nos ocupamos en general, de lo que no funciona”

Que los jóvenes tengan sueños, dice, tiene que ver con nuestro discurso: “Si nosotros nos ponemos apocalípticos y quejosos todo el tiempo va a ser muy difícil salir adelante. Este es un buen momento para hablar con ellos, la invitación que se les está haciendo es a que se vayan del país; y a mí me duele que se vayan, que los nietos crezcan en otro lado, me  duele el exilio afectivo. Se puede ganar más dinero, pero estar lejos de las raíces siempre es doloroso”

Hablando propiamente del sistema educativo, dijo que es imperioso una reforma que incluya al trabajo con los padres, ya que estos no pueden estar fuera del proceso educativo de sus hijos por ser sus  primeros educadores y deben seguir siéndolo. La escuela debe encontrar un buen lugar para trabajar con los papas, a través de talleres, donde los padres puedan ir una vez al mes a compartir con el docente las problemáticas que suceden en el aula y en casa, que al final, son las mismas, nos aclara. Haciendo referencia de su material bibliográfico, realizó una sinopsis de algunos de sus últimos títulos, tales  como “volver a mirarnos”, que trata sobre cómo hemos dejado que las pantallas hackeen nuestra mirada y en vez de mirar al otro, miramos que pasa en el mundo en una pantalla y no a quien tenemos sentado junto a nosotros; es un llamado del amor a que no nos dejemos hackear por el amor por las pantallas. “Tiempo de conversar”, es el que sigue en la saga, ya que después devolver a mirarnos empieza la charla,“los chicos necesitan espacios de conversación seguros, nos están  perdiendo la confianza, nos ven muy incoherentes, no están encontrando papás o mamás que dejen el celular o la pantalla para conectarse y  conversar… la tecnología es maravillosa, pero en su justa medida. No hay porqué estar cenando y viendo un noticiero, hay momentos del día donde uno puede apagar las pantallas y comunicarse” cerr